jueves, 12 de abril de 2012

Agua de Abril





Hay veces en las que se está de maravilla con un ánimo inmejorable pero, que no conseguimos que nada nos salga bien. Otras veces, estamos bajos de ánimo y parece que sin esfuerzo las cosas salen rodadas y, hay otras en las que paso a paso se nos van truncando las cosas y, entre cada uno de esos pasos algo nos va sosteniendo y nos evita tropezar, o al menos, no caer. Me encanta disfrutar de cada movimiento propio, ya sea o no en falso. Disfruto esos días que al despertar, todo parece como si fuese a ir mal y, efectivamente va mal pero, siempre surge algo que lo alivia, de alguna forma. Recuerdo uno de esos días, recuerdo tantos... obviamente, no me refiero a esos que son irremediablemente, irremediables. Aparqué el coche en al aparcamiento de Plza Mayor con la idea de ir a hacer unas compras por Puerta del Sol. Al salir de casa, cogí el bolso sin mirar que llevaba dentro. Al llegar a la tienda elegida y realizar la compra, a la hora de pagar me di cuenta que no llevaba el monedero. No podía llevarme lo que había elegido y la idea de regresar otro día me sentaba como una patada. No me lo creía y rebusqué nuevamente y, apareció la tarjeta de crédito que había sacado del monedero por la mañana para rascar la helada del cristal delantero del coche y la cual no había metido nuevamente el monedero. Que alegría !!!! pero, claro, no llevaba el DNI que se había quedado en el monedero en casa. Le explico al dependiente lo sucedido y después de convencerle de mi identidad y anotarle mi DNI en un papel, me llevé la compra. Llegado al paking y, la máquina no acepta tarjetas de crédito... que hago? esa tarjeta no es de las de PIN y al no serlo, no me hace falta conocerlo, solo firmar... no puedo ir a un cajero a por efectivo. Bueno, pensé, pues intento convencer al vigilante de la situación en la que me hayo y seguro que me deja sacar el coche. Busco y busco y busco más por todo el recinto y no hay ni un alma, ni la del vigilante. La única solución es ponerme en marcha y al llegar a la barrera, acelero y santas pascuas... vuelvo a rebuscar entre los cachivaches y saco unos céntimos, otros pocos mas, vuelco el bolso por completo en el suelo y entre el forro, por un agujerito, se habían ido colando y colando monedas sueltas y estas, entre todas, sumaban € 2,40 y 10 céntimos que me encontré en el bolsillo del abrigo, fue el importe justo que necesité para sin necesidad de hacer de chica mala de la película, pude sacar el coche del garaje. Seguro que a todos nos pasan cosas similares pero que no las apreciamos como lo que son. Podría seguir contando más situaciones parecidas pero, no, hoy no. Hoy, ha sido un día especialmente duro laboralmente y lo que más me ha aplastado ha sido saber algo que ya sabía pero que cuando uno lo sabe de verdad, parece que lo que sabía, era mentira y que en ese momento de saber, es cuando uno descubre la verdad que siempre había estado ahí. Me he sentido hundida, a pesar de saber, me he sentido traicionada, sin existir traición. A pesar de saber, he pensado que no sabía nada y mis ojos escocían y se han humedecido. Me he vuelto a dar cuenta de que, soy tan solo una ¨facilitadora¨, que mi función por defecto es facilitar a los demás esa luz o, el color necesario, para ayudarles a abrir sus propias puertas y después, cerrarlas contra mi nariz. Lo bueno de todo esto es, que entre puerta y puerta, luz y color, una es feliz y eso, es lo que cuenta. Curiosamente, al llegar a casa, he recibido un sms de una persona que hacía meses no sabía de ella y, me ha alegrado un rato. Después ha llegado mi hijo de la calle y me ha propinado uno de sus abrazos de vida y he resucitado por completo. Hace unos minutos, al abrir mi correo, no esperaba nada ya que nada recibo normalmente a excepción de alguna oferta de viagra femenina o similar propaganda... pero, sí había algo en mi buzón, solo el nombre ya me ha puesto los pelos de punta de emoción... no me lo podía creer que él me mandase un correo dirigido a mi... lo abro y leo y, como siempre quedo fascinada ante su texto.

Contesto: Supongo que este texto no iba dirigido a mi… que se habrá equivocado al enviarlo pero, si le digo la verdad, ha llegado justo cuando más lo necesitaba, como agua de Abril , pues, y no de Mayo…



Agradezco el envío, sea como sea.



Un fuerte abrazo, sila