sábado, 1 de octubre de 2011

Con A mayúscula


Rara vez me pongo ¨joyas¨, - por llamarles de alguna manera- las veo expuestas en los escaparates de las joyerías y paso de largo, no me llaman la atención. También las veo cuando las llevan puestas otros y, algunas hasta me parecer bonitas pero, en mi, no me gustan. En alguna ocasión me he puesto alguna para un rato pero, enseguida me lo quito ya que me hace sentir extraña. Solo llevo unos pendientes, siempre los mismos, los de la comunión y, no es por el hecho de memorar el acto por lo que los llevo, sino porque me los compró mi madre con todo es esfuerzo y amor del mundo. Me los he quitado unas cuantas veces y estos, en cambio, no soporto no llevarlos. Tampoco llevo reloj.

Hace unos años, pagué para que me hicieran una joya. Algo muy sencillo, de un material no noble aunque sí inalterable, al menos, mientras yo exista. No es que quiera poder quitarmelo a ratos, que no es el caso, es que no puedo. Nadie me lo puede pedir prestado y, nadie me lo puede robar. Se trata de un tatuaje... que aunque es de tamaño reducido, es enorme en significado. Elegí cuidadosamente donde lo quería... mano izquierda, dedo corazón, flujo sanguíneo brazo arriba y, directo al corazón. Se trata de una inicial, la A. Podría haber sido la Z, la O, la P... pero solo la A tiene ese significado que lo significa todo para mi y es ,el nombre de mi hijo, Arturo. A la vez, la A , es dueña de muchas otras palabras que son mis favoritas, como lo son; Alfa, amor, amistad, amnistía, amanecer, amparo, abrazar, acariciar,aire, agua, astro, alheña, alivio, amalgama, allegado, abuelo, abuela, abeja, altruista, austral y, muchas muchas más. Se que la A es dueña de otras palabras que podrían y pueden ¨aplastar¨a estas que he mencionado pero, esas, en esta ocasión las mantengo en otro saco y no merecen mención. La A es mi favoritA. Curiosamente, existen personas y cosas en mi vida que son o han sido importantes para mi , pertenecientes a este grupo de la A. Trabajo en una empresa cuyo nombre empieza por A. Hay compañeros que me han visto la A tatuada y, a algunos se les ocurre gastar la misma broma diciendo que soy la empleada más corporativa que existe. A la gente, les encanta sonsacarme discretamente si es la inicial del nombre de un hombre y, les digo que, poco a poco, sí, se va convirtiendo en un gran hombre. Que se trata de la inicial de mi hijo ,ya que nunca me tatuaría ,conscientemente,la de ningún hombre. La vida da vueltas y es irónica conmigo y con esto de la A ya que, desde hace meses, no solo responde al nombre de mi hijo, sino al de la persona con quien comparto mi vida, mi otro Arturo, el grande , en edad. Cada día, me gusta más mi A, por todo lo bueno que para mi representA.