jueves, 14 de julio de 2011

Chorradillas # sin más

Recuerdo a mi madre con una piedra de pedernal en mano, rompiendo el hielo del barreño de agua, para poder aclarar la ropa que, anteriormente, había lavado a mano. Recuerdo como partía la leña con un pequeño hacha para hacer astillas y así poder encender la lumbre con carbón que, por la mañana a primera hora había comprado en la carbonería. Recuerdo como iba a por agua a la fuente pública para ponerla a calentar en una enorme olla para que cuando nos levantásemos, pudiésemos asearnos con agua calentita. Recuerdo como planchaba, zurcia sábanas, remendaba pantalones, limpiaba, cocinaba. Todo esto a pesar da haber padecido toda la vida de terribles jaquecas casi a diario. Ella, siempre estaba a pié de cañón. Nosotros siempre eramos lo primero para ella, al igual que también lo era mi padre. Y cuando este llegaba de trabajar, ella, le trataba como a un ¨maharaja¨ y él, así se consideraba, debido al trato obtenido. Ella, trabajaba como una hormiguita sin parar 18 horas pero, eso no era trabajar y, lo peor de todo, es que ella, por entonces , así lo consideraba, no se otorgaba reconocimiento propio. Recuerdo como cuando ya eramos mas grandecitas, nos enseñaba a mi hermana y a mi las labores de la casa y, cómo cuando mi hermano pedía un bocadillo, ella se lo preparaba y nos encargaba a una de nosotras a llevárselo en una bandejita para que no se callesen las migas. Cuando él acababa, o nos llamaba para que retirásemos la bandeja, o la dejaba tranquilamente encima de la mesa, sin recoger. Así, puedo enumerar cantidad de actos que, suponen la creación del machismo por parte de la mujer. Con los años, mi madre evolucionó o dejó que su mente pensase correctamente y, aunque seguía cuidando de mi padre con amor, ella dejó de malcriar le y lo curioso es, que a él le gustaba. El, la ayudaba a limpiar los altos de la cocina y los cristales. Iba con ella a la compra, doblaban las sábanas juntos y el, a veces, limpiaba el polvo.
El, llegó a entender que los hombres trabajan fuera 8 horas pero que las mujeres lo hacen en casa durante 18 y que ningún miembro de la familia, lo aprecia. Mi madre, reconocía que las mujeres de antes, eran las culpables de que los hombres fuesen tan machistas, ya que ellas, así les criaban. Desde las madres a los hijos y después las esposas, hijas o hermanas.

Ambos me decían cuando me veían malcriar a mi hijo; no le hagas un machista, que después, sufre él y su pareja también. Que si se acostumbra, ya es difícil que cambie.

Mi hijo , tiene ahora 17 años y, solo le tengo a él. Sé que le malcrió un poco pero, afortunadamente, le dio tiempo a escuchar a sus abuelos decir mil y una vez, las inconveniencias de ciertos comportamientos que ellos mismos habían experimentado en carnes propias y que no consideraban saludables.

Desafortunadamente, ha vivido la experiencia en casa y conoce los resultados.

A la vez, observo que hoy día, no importa el sexo para tener este comportamiento del que despotricamos . Enseñamos a nuestras hijas/mujeres a comportarse como los hombres hacían antaño.

Supongo, que esto, forma parte de la igualdad.