viernes, 1 de abril de 2011

Pensador

Tengo ante mi, una estatuilla de un pensador. No es el pensador de Rodin, sino una talla de madera, africana. Está sentado, apoyando el codo en la rodilla y sujetándose con la mano, la cabeza. Este gesto, es universal. Típico de un pensador, sea cual sea su creencia o nacionalidad. Esta pose, también representa la amargura, el dolor, la pena, el odio, la ira, el amor, la infidelidad, el hambre, la agonía, la felicidad.... ya que estos y todos los restantes sentimientos, parten de un mismo lugar, el pensamiento. A veces "pienso" que, ya está todo pensado, que los pensamientos son otro ¨Guadiana¨ que van y vienen a través de los siglos, pero que siempre son los mismos, algo disfrazados. El mundo- la tierra- no cambia de parecer, tiene personalidad y principios, sigue su cauce sin cesar. Somos nosotros los que provocamos salirse de ese cauce, con nuestra mala costumbre de pensar. Si nuestros pensamientos fluyesen de forma natural, todos pensaríamos de la misma manera, o, llegado a ese estatus quo, no haría falta ni pensar. Todo tendría un mismo sentido a pesar de que cada uno lo percibiese de distinta manera. La meta, sería la misma para todos.