martes, 14 de diciembre de 2010

Profesiones- Personas

No siempre, uno elije su profesión , a veces, nos dedicamos a lo que podemos y otras, nos es impuesta por tradición. Estoy segura que la mayoría piensa que no es la acertada y que no se identifica lo suficiente con esta pero, trabajamos para poder vivir, más o menos… Otros eligen una profesión para poder llegar a ser “alguien”.

Cuando nos preguntan por nuestra profesión, solemos contestar; soy tal o soy cual, cuando bajo mi punto de vista, deberíamos decir, trabajo como/haciendo tal o cual.

De profesión podemos ir cambiando, el fontanero puede hacer de jardinero y viceversa, el médico puede hacer de barrendero y el abogado puede limpiar cristales. En un momento dado, todos (si se nos da la oportunidad y así lo deseamos) podemos realizar distintos tipos de trabajo con lo cual cuando nos preguntan , no deberíamos decir soy esto, sino, trabajo como o haciendo tal tarea/función. Soy Perico el de los palotes y trabajo como mecánico, trabajo como médico, trabajo como… pero soy Perico ,o, soy Perico, presidente de tal o cual , pero ante todo, eres Perico.

Esto es complejo, es algo que siempre me ha dado vueltas en la cabeza y he analizado en más de una ocasión y, lo que está claro es que la sociedad se distingue/selecciona en relación a la profesión o cargo que se ejerza y nos autodeterminamos anteponiendo nuestro titulo (si es que se tiene) ante nuestra persona y, de alguna manera se nos trata con cierta distinción , según éste “nivel”, siendo qué, se llega a éste , porque hay otros que están por “debajo” y, curiosamente, estos, los de “abajo” son los que en mayoría halagan a los del nivel superior. Sienten un respeto irrevocable por el médico, el cura, el abogado (aún sucede) siendo que de esta forma, con este acto, ellos mismos se están degradando ya que, les distinguen como superiores siendo que, todos y cada uno de los seres del planeta, son idénticos y merecen el mismo respeto y consideración independientemente del cargo o puesto que este desempeñe. Estos mismos son los que se ponen entre sí el distintivo, la divisa y, después se protesta del trato obtenido y de las diferencias.

El escritor, el pintor, el cocinero, sastre, matemático, cantante, albañil, ingeniero, barrendero, todos y cada uno de estos y los demás, somos personas y como tal deberíamos tratarnos, sin más. Todos padecemos enfermedades, tenemos las mismas necesidades fisiológicas y el último momento de nuestras vidas, es igual para todos. Eso sí, posiblemente la inscripción en la lápida, siga siendo distinta.