domingo, 10 de octubre de 2010

De Madrid al cielo...

El cielo está donde lo encontremos ... sucede que, nos cegamos no solo con lo que es deslumbrante, sino que también lo hacemos cuando llega una ráfaga de viento con partículas de arena, en ambas situaciones cerramos los ojos para proteger nuestra visión. Nos aferramos a lugares que desde que hemos nacido nos han adherido a ellos nuestra crianza, padres, abuelos... de la misma manera que un padre hace socio de un club de fútbol a su bebé recién nacido... este toma sus biberones, después a la guardería, colegio y, en este punto en cierto grado del ciclo ya se da cuenta de si le gusta el equipo de fútbol del cual es socio desde su nacimiento o, si simplemente es seguidor porque es lo que ha ¨mamado¨, permanece socio pero es infiel ya que le gusta otro tanto o más.

No he nacido en Madrid pero como si hubiese, llevo practicamente toda mi vida viviendo aquí,y mi familia es toda Madrileña. En el último viaje que hice a Australia a los 19 años, me ausenté de Madrid 18 meses, echaba mucho de menos a mis padres y por supuesto a Madrid, pero desde Brisbane también llegue al cielo, llegue desde Tenerife hace 3 años cuando fui con mi hijo de vacaciones, llegué cada vez que fui a Barcelona, las veces que he ido a Elizondo e infinidad de destinos... el cielo está ahí a disposición de todos y es infinito, lo importante es no cegarse para poder verlo en su esplendor en cada rincón y ante todo, saber admitirlo.

De Madrid al cielo, también puede ser!