viernes, 21 de mayo de 2010

Rompecabezas


Esta mañana me he levantado muy temprano y con ganas de remover la casa… hacía unos días, una compañera me dijo, que era muy importante deshacerse de trastos que no utilizamos, y que como en mi caso, al estar sin pareja, vaciar armarios y hacer hueco para que alguien venga a llenarlo con sus ropas (que mal rollo, y si se quiere quedar)

En el trastero, he encontrado cosas que ni me acordaba de su existencia, y entre estas había un rompecabezas muy antiguo que compré en el Rastro hace años y, verlo me ha dado una sensación de madurez y he pensado, que la vida no solo es como un rompecabezas, sino que este, varía en su complejidad según transcurre la vida.

El primer rompecabezas es de unas pocas piezas enormes que simplemente con moverlas un poco , ya se posicionan en su lugar y si no, para eso está la madre/padre para llevarles la mano . Estos suelen ser de material flexible y suave para evitar que se lastimen, todo está hecho para no sufrir ningún daño, estamos protegidos.

Empezamos a ir al colegio y llegan los de 20 piezas, también grandes y aunque algo más complicados, aun conseguimos ensamblarlas fácilmente, alguna se nos tuerce, pero no importa, aun alguien nos puede decir donde va.

El rompecabezas va aumentando en número de piezas y complejidad según nos vamos haciendo mayores y es de nuestra total responsabilidad…. pero aquí , en este punto, ya elegimos nosotros el número de piezas que queremos para ese rompecabezas, hay quien se conforma o sabe que quiere un número limitado de piezas las cuales puede encajar sin complicaciones, y otros que quieren el mayor número posible y complicarse en el ensamblaje, ese ensamblaje que debido a sus dimensiones y similitud de cientos de piezas, no siempre se logra finalizar.

Hay quienes prefieren ir ensamblando pequeños rompecabezas a lo largo de sus vidas, en vez de empezar uno de enormes dimensiones , y posiblemente no completarlo nunca.

Se dice, que la vida está hecha de pequeñas grandes cosas.