jueves, 25 de marzo de 2010

Master chip


Me gusta recordar... me gusta echar marcha atrás y rememorar fragmentos de mi vida, momentos alegres, tristes, emocionantes, de terror... formamos parte de la misma vida, cada uno de ellos ha hecho de mi lo que soy, hoy. Contrariamente, no soy partidaria de los diarios pues en ellos se encuentra todo demasiado datado y a mi parecer, la vida no debe estarlo hasta ese límite. Estoy por asegurar, que el hecho de tenerlo todo escrito, no significa que lo recordemos con exactitud, simplemente al identificar nuestra caligrafía, nos tenemos que creer lo que allí se refleja y hasta llegamos a pensar que nos acordamos de algunas cosillas y puede ser que sí, pero no es del todo seguro... estamos visualizando lo que momentáneamente nos transmite la lectura. Lo ideal es ejercitar la mente, la memoria, para que esos momentos, malos o buenos, los olores, las texturas, realmente los revivamos para no perder ese sentimiento que nos produjeron en aquel preciso instante... entonces sí llega el buen ejercicio de escribir esas memorias según se refrescan en nuestro interior y, poco a poco el texto irá aumentando de manera fascinante, pues nuestra mente va mandándonos esas escenas que tenia almacenadas, en la lejanía..pero aun vivas. Cuando viajo en tren o avión, jamás llevo un libro conmigo, llevo mis memorias que voy proyectando y visualizando mientras miro por la ventana y veo como pasan de largo los árboles, como quedan atrás las montaña y como se alejan las nubes…